https://www.elaleph.com Vista previa del libro "El desalojo" de Florencio Sánchez (página 28) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Miércoles 30 de abril de 2025
  Home   Biblioteca   Editorial      
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  4  5  6  7  8  9  10  11  12  13  14  15  16  17  18  19  20  21  22  23  24  25  26  27  (28)  29 
 

INDALECIA. -¡Mis hijos!... ¡No!... ¡No!... ¡No me separo de ellos!... ¡No, señor! ¡De ninguna manera, pobrecitos!... ¡Son míos, son muy buenos!...

COMISARIO. -Señora, comprenda usted que en su caso...

INDALECIA. -¡Mis hijitos! ¡Qué esperanza!... ¡No! ¡Ni lo sueñen!...

GENARO. Natural. Y tiene razón...

COMISARIO. -Retírese usted. ¡Nadie tiene que ver aquí!

GENARO. -No tengo que ver, pero digo la verdad, ¿sabe?...

COMISARIO. -¡Que despeje, le he dicho!...

GENARO. -¡Eh, bueno!... Está bien. Ma es una incustisia... ¡Bruta quente!...

PERIODISTA. -Tiene que resignarse, señora. Es natural que le duela separarse de ellos, pero preferible es que se los mantenga la Sociedad a que mañana tengan que andar rodando por ahí...

INDALECIA. -Tendrá mucha razón, señor. Pero yo no puedo separarme de ellos...

INVÁLIDO. -¡Pero ha visto qué rica cosa!... Es la primera vez que la patria se ocupa de proteger a este viejo servidor, manteniéndole a los nietos, y vos te oponés. No seas mal agradecida, mujer... Mire, amigo, este brazo lo perdí en Estero Bellaco, y aquí en esta pierna tengo otra bala más, ¿sabe? Bueno, y ya ve lo que he ganao... Que mis hijos y mis nietos se vean en este estao. ¿Ahora se acuerdan? Está bien. Hay que agarrar no más... Vale más tarde que nunca, ¿no le parece?...

COMISARIO. -Es natural. Bien señora: tiene usted que resolverse y...

INDALECIA. -No, señor... Estoy bien resuelta. No me separo de mis pobres hijos... No puedo, no puedo... Nunca podría...

INVÁLIDO. -¡Pucha, mujer zonza! No parece hija mía...

COMISARIO. -¿Prefiere usted verlos morirse de hambre o convertidos en unos perdularios?

INDALECIA. -¡No! ¡No!... Ya me han ayudado a tomar pieza. Ahora, demen trabajo sí quieren; demen trabajo, que a mí no me faltan fuerzas, y yo me encargaré de mantenerlos y de educarlos...

GENARO. -Eso, sí está bien dicho...

COMISARIO. -Le he dicho que no se meta usted.

INDALECIA. -Y después, no son míos solamente. ¿Qué cuenta le voy a dar al pobre padre, que tanto los quiere, que se ha desvivido por ellos; qué cuenta le voy a dar cuando salga del hospital?... ¡No! ¡No!... ¡No es posible!... ¡Mis hijitos!...

COMISARIO. -¡Oh!... A ese respecto debe estar tranquila. Su marido está muy mal y difícilmente saldrá del hospital. En todo caso, quedará paralítico...

GENARO. -¡Oh, bruta quente!...

INDALECIA. -(Se echa a llorar.)

 

 

 

 

 

Escena VIII

EL FOTÓGRAFO de «Caras y Caretas». -(Al periodista.) Hola, amigo.

PERIODISTA. -¿Cómo le va? ¿Viene a sacar una nota?...

FOTÓGRAFO. -Precisamente. Una linda nota, por lo que veo... ¿Esta es la víctima?...

PERIODISTA. -¿Usted conoce al señor? (Presentándolo.) El comisario de la sección... Un repórter de «Caras y Caretas». (Saludos.)

FOTÓGRAFO. -Llego en un lindo momento. (Al mensajero que lleva los aparatos.) A ver... sacá pronto eso... (Al COMISARIO.) ¡Qué cuadros! ¿no?...

COMISARIO. -Ésos se ven a cada rato... Es una cosa bárbara la miseria que hay... (El FOTÓGRAFO rodeado de pilluelos y vecinos, acomoda la máquina sobre el trípode buscando la luz conveniente.)

FOTÓGRAFO. -Aquí queda bien. Así... (Los vecinos toman colocación frente al foco, tratando de salir en la vista.) Le tomaremos uno así llorando. Es un momento espléndido... (Enfoca.) Ustedes tendrán la bondad de retirarse... Más... Más lejos. (Al INVÁLIDO.) Usted también, retírese...

INVÁLIDO. -Yo soy el padre de ella, pues; ¿por qué vía salir?...

FOTÓGRAFO. -Está bien, disculpe... (Cuando se vuelve, todos se acomodan de nuevo.) He dicho que se retiren...

COMISARIO. -A ver... ¡Despejen!...

FOTÓGRAFO. -Ya les ha de llegar su turno. Pierdan cuidado... Bien... No se muevan... Un momento... Ya estuvo...

INVÁLIDO. -¿He salido bien yo?...

FOTÓGRAFO. -¡Macanudo!... (Al COMISARIO.) Ahora podrían ponerse ustedes. Y si la señora quisiera levantar la cabeza... (A INDALECIA.) ¡Señora!... ¡Señora!...

GENARO. -Métanme preso y hagan lo que quieran... Ma esto es una barbaridá... Mándase mudar... ¡Per Dío!... ¡Qué bruta quente!... Deque tranquila esa pobre muquer... ¡Caramba!... ¡Caramba!...

PERIODISTA. -(Al COMISARIO, que quiere intervenir.) La verdad es que no le falta razón... Sería mejor...

FOTÓGRAFO. -Por mí... La nota importante ya la tengo... (Se pone a empaquetar su aparato.)

INVÁLIDO. -Pero han visto este gringo, ¿qué se ha creído de la familia también?... ¡No faltaba más, hombre!...

COMISARIO. -(A INDALECIA.) Bueno, señora, no se aflija más y resuélvase.

INVÁLIDO. -Déjela. Sí ya está resuelta.

INDALECIA. -¡Mis pobres hijitos!... ¡No es posible!... ¡No puedo, me moriría!...

PERIODISTA. -Piense que es un egoísmo suyo. Por el momento, podrá mantenerlos si trabaja; pero puede ocurrirle que mañana no tenga que darles de comer... Enfermarse... morirse... ¿Qué va a ser de ellos?... Usted no pierde, dándolos al asilo... Los podría ver a menudo... Allí se formarán, aprenderán un oficio...

COMISARIO. -Y mañana serán hombres útiles para usted y para todos...

INVÁLIDO. -¡Claro está!... ¿Preferís verlos en la cárcel por bandidos?...

INDALECIA. -Bueno... Sí... Hagan de mí lo que quieran... ¡Sí!... ¡Sí!... ¡Pobres hijitos míos!...

COMISARIO. -Eso es entrar en razón... Bueno. Con ese dinero alquílese una pieza y mañana véngase por la comisaría con los chicos, que iremos a colocarlos, ¿eh?

PERIODISTA. -¿Nos vamos?... Bien... Adiós, señora. Tranquilícese usted... Sea razonable...

INVÁLIDO. -Da las gracias, pues, y saludá...

PERIODISTA. -Déjela... Le mandaremos por el comisario la plata que se reciba... (Al FOTÓGRAFO.) ¿Salimos?...

FOTÓGRAFO. -Sí, ¿cómo no?... Buenas tardes, señores.

COMISARIO. -(A GENARO.) Y a ver vos si te dejás de andar zonciando... (GENARO le vuelve la espalda.)

INVÁLIDO. -(Al COMISARIO.) Diga, mi jefe... Habrá unos níqueles pal milico viejo...

COMISARIO. -¿Para mamarte, no?...

 
Páginas 1  2  3  4  5  6  7  8  9  10  11  12  13  14  15  16  17  18  19  20  21  22  23  24  25  26  27  (28)  29 
 
 
Consiga El desalojo de Florencio Sánchez en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
El desalojo de Florencio Sánchez   El desalojo
de Florencio Sánchez

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2025 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com