-¿El qué? -Pretendió descubrir Luka.
-No sé, estaba como apagado dentro de mí.
-Ya, como todos los seres de esta ciudad -resignó Luka su
primera instancia de curioso.
-¡No, espera, espera! -Le quiso llamar la atención a Luka. Tena
sigue garabateando sobre la pared y arañado, esos chirridos incitan, le inspiran
ardiendo líneas cruzadas, círculos discontinuos, ilegibles e ilineales
líneas.
-Ya me acuerdo, me acuerdo cuando tenia cinco años y me
regalaron un puzzle, pero no me acuerdo que era, esta tan distorsionado en
verdad, como...
-¿De verdad? Sigue dibujando. -Le pidió Luka cortando la
metáfora que buscaba su amigo. Curioso volvió a ver como Tena había descubierto
un detalle pormenor que quien sabe si romperá el anodino presente.
Tena sigue, desmenuza el color de la tiza en la pared. Era...
Era... De animales... Un ganso, un un... no... no... un búho..., un
guepardo.
-Yo no sé lo que es un guepardo, al menos no me acuerdo sí lo
sabia.
-Luka, prueba a dibujar encima de mis garabatos.
Tena amaga, como pensando, pero no piensa, sólo amaga.