|
|
Páginas
1
2
3
4
5
6
7
8
(9)
|
|
Para terminar con el resto de
páginas en blanco que me quedan sobre mi humilde escritorio, y ante lo medio
lleno o medio vacío del anís que mi copa moja todavía, no estaría completa esta
síntesis psicológica si no hablo un poco de lo que conlleva todo este asunto. La
psicología ha estudiado el aprendizaje desde sus inicios, más concretamente
desde el conductismo y las corrientes cognitivas como el procesamiento de la
información o el asociacionismo, produciéndose novedosos avances en el campo. El
aprendizaje es uno de los procesos básicos de la cognición humana cuyo valor
adaptativo permite al individuo sobrevivir en el medio que lo rodea. Mediante la
repetición de sucesos se produce el aprendizaje. Si no existiesen dos sucesos
iguales, es decir, si cada situación fuese nueva, el sujeto sería incapaz de
establecer lazos causales entre ellas. Del mismo modo, si no existiese el cambio
no podríamos obtener información, puesto que la recepción de información también
es posible mediante la recepción de la diferencia de noticias, y esta diferencia
está determinada por un umbral. Las diferencias demasiado pequeñas o presentadas
demasiado lentamente no son apreciables por el sujeto. Según el tipo de
instrucciones que el sujeto reciba o el grado de conciencia que el individuo
presente sobre lo que ha aprendido, podemos distinguir dos tipos de procesos de
aprendizaje: el aprendizaje intencional o explícito, donde el profesional le
dice a los sujetos que aprendan esa información con antelación porque luego van
a realizar una prueba de memoria, y lógicamente el sujeto es plenamente
consciente del objetivo puesto que sabe lo que tiene que hacer; y el aprendizaje
incidental o implícito donde las instrucciones no hacen referencia explícita al
objetivo de la prueba o no se dice el verdadero objetivo de la misma. Por tanto
el sujeto en este caso, no será consciente de su posterior aprendizaje. Este
tipo de aprendizaje es un proceso mediante el que se adquiere conocimiento sin
la intención de aprender. Se trata de un proceso
inconsciente, de carácter no selectivo y de capacidad limitada. A diferencia del
aprendizaje explícito, parece ser una capacidad bastante robusta, relativa a la
edad (no se deteriora con la edad), al olvido y a los problemas
neuropsicológicos (no se encuentran deterioros de esta destreza en grupos
amnésicos). La memoria es la capacidad mediante la cual el individuo es capaz de
retener información de la experiencia. Por tanto, el individuo aprende gracias a
la memoria. La memoria entraña en este sentido, dos formas de procesamiento:
la memoria explícita e implícita. Los modelos de memoria en términos de
procesamientos de la información se han ocupado mucho de los aspectos
estructurales del sistema, hay una tendencia creciente a concentrarse en los
procesos implicados en el aprendizaje y el recuerdo, tales como la atención,
codificación, repetición y recuperación. La situación de aprendizaje incidental,
en la que los sujetos ejecutan diversas tareas de orientación, proporciona un
marco experimental para estudiar las operaciones mentales y sus efectos en el
aprendizaje. Cuando los sujetos efectúan tareas de presentación que exige
analizar el significado de las palabras de una lista por ejemplo, su recuerdo
posterior es tan amplio y bien estructurado que se observa en condiciones de
aprendizaje intencional sin una tarea orientadora determinada. Cuando los
sujetos realizan una tarea de orientación de carácter semántico su te retención
de las palabras es mejor que con una tarea estructural en la que atendían a
otros aspectos de las palabras no relacionadas con sus características
semánticas. Las tareas de orientación que exigen juicios semánticos o afectivos
producen un mejor rendimiento mnésico que las tareas orientadoras que implican
juicios estructurales o sintácticos, pero no todo radica en lo semántico puesto
que se demostró que las preguntas congruentes sobre las palabras producen una
mejor memorización de éstas que las preguntas incongruentes. Esto demuestra que
existe una continuidad entre el aprendizaje incidental y el intencional. En
síntesis, el pensamiento es una constante evolución en el aprendizaje humano
donde grandes autores tan relevantes como Platón, Descartes o Darwin, han
aportado su granito de arena que nos sirve a modo de epílogo a mi historia de la
mente humana que no ha hecho más que comenzar a través de estos simples relatos.
El pensamiento en Platón ha ejercido una gran influencia, profunda, duradera y
constituye uno de los pilares fundamentales del pensamiento occidental. Su
concepción es dualista donde el alma y el cuerpo poseen una realidad
independiente. Afirma la presencia de ideas innatas en la mente humana.
Aristóteles fue su discípulo. Él fundó la filosofía tal como la entendemos en
occidente. El cordobés Séneca cultivó la filosofía estoica y estableció una
escuela filosófica. Ministro de Nerón, fue acusado de participar en una
conspiración contra el emperador y se suicidó. En él la sabiduría consiste en no
apartarse de la naturaleza y formarse según su ley y ejemplo. La felicidad es lo
que está de acuerdo con la naturaleza. Predicaba que había que
encontrar una salida hacia la libertad, la cual no la da más que la indiferencia
por la fortuna, entonces nacerá el bien, la calma del espíritu y la elevación.
En la historia del pensamiento psicológico, San Agustín representa un importante
punto de inflexión. A él se le atribuye el descubrimiento del alma como
intimidad, como reducto interior subjetivo susceptible de observación,
descripción y análisis. Santo Tomás de Aquino fue el gran filósofo de la
cristiandad. Su pensamiento define la escolástica. Él adapta la filosofía
clásica a los principios de la religión cristiana. Guillermo de Ockham,
escolástico inglés perteneciente a la orden franciscana, ha venido a representar
en la historia de la filosofía la ruptura del equilibrio entre la fe y la razón
que había ensayado Santo Tomás. Sus ideas estuvieron siempre al borde de la
ortodoxia, y algunas llegaron a ser condenadas por la iglesia. Enseña que en el
alma hay que admitir tres hábitos: fe, esperanza y caridad. Francis Bacon fue considerado
como uno de los iniciadores de la modernidad en este aspecto, pero fue Galileo
Galilei quien encarna el comienzo de la ciencia moderna. En René Descartes
encontramos el primer pensador moderno y según algunos autores fue el iniciador
de la psicología moderna. Él formula su famosa concepción espiritualista del
alma (cogito ergo sum: pienso luego existo), así como su idea mecanicista
del cuerpo. Fue B. Spinoza quien reconoció la existencia de una sustancia única
que denominó indistintamente Dios o Naturaleza, de la que el pensamiento y la
extensión son sus atributos. G. Berkeley desemboca en una perspectiva
soliptista. El Solipsismo es la teoría según el cual los objetivos sólo existen
en nuestro pensamiento. Afirma que, puesto que sólo contamos con la experiencia
sensorial de los objetos, es imposible demostrar que nuestras representaciones
mentales o ideas, corresponden a objetos externos o cosas, por lo que aquellas
son lo único que poseemos como conocimiento del mundo. David Hume cree que no
hay conocimiento más allá de la experiencia, y que el conocimiento se basa en
asociaciones de sensaciones. Inmanuel Kant reconstruyó la filosofía intentando
superar el escepticismo. Elabora una teoría que preserva los principios
universales e innatos del conocimiento característico de la filosofía
racionalista, pero que al mismo tiempo acepta el hecho de que no hay
conocimiento que vaya más allá de la experiencia, es decir, de los fenómenos tal
como defendían los empiristas. En la teoría del conocimiento de Kant no hay
lugar para la psicología tal como la entendemos hoy. Afirma que la conciencia,
el yo, es condición de toda experiencia, de modo que no puede ser ella misma
objeto de experiencia fenoménica. James Mill defendió el origen sensorial de las
ideas y el carácter asociativo de la mente. La mente para él es pasiva, y las
ideas se explican a partir de sus componentes más simples, que se contienen en
ellas sin alteración alguna y en el mismo orden en que se fueron recibiendo.
Para él el pensamiento sigue al pensamiento. Nuestras ideas brotan o existen en
el orden en que existieron las sensaciones de las que son copias. Auguste Comte
fue el padre del positivismo y explicaba el espíritu cientifista de la época.
Charles
Darwin con su teoría de la evolución, basada en la idea de selección natural,
ofreció a la psicología un marco conceptual de carácter naturalista e impulsó
los desarrollos de lo que algunos han denominado la psicología de adaptación. Su
obra constituye el origen de la psicología comparada. Hermann Ebbinghaus
demostró que los procesos mentales superiores eran susceptibles de tratamiento
experimental. Sigmund Freud desarrolló el movimiento psicoanalítico al que tanto
me he remitido en esta historia. Concibió el psicoanálisis como un método y
técnica de terapia para el tratamiento de los desordenes mentales y emocionales
del individuo. La agresión es un impulso que ocupa un lugar muy importante en su
teoría. Una clara evolución del pensamiento de Freud se ejemplifica sobre el
aparato psíquico del que nos encontramos con dos modelos: la interpretación de
los sueños, donde distingue tres sistemas: consciente, preconsciente e
inconsciente; y modelo estructural donde distingue tres diferentes entidades de
organización en el aparato psíquico: el ello, el yo y el super-yo. Estos autores
no son los únicos ni los más importantes evidentemente, sino que a mi juicio
constituyen un ejemplo para conocer la evolución del pensamiento al que en
líneas anteriores me he referido y en líneas posteriores se esconde entre
renglones a través de los siguientes relatos que nos hacen pensar en el por que
de las cosas más simples y existenciales, y nos abren la duda y un sin fin de
preguntas de las que cada uno puede extraer sus propias respuestas como
conclusión final.
El autor. |
|
Páginas
1
2
3
4
5
6
7
8
(9)
|
|
Consiga Microhistorias de David Mendoza en esta página.
|
|
|
 |
|