Ahora, la serpiente hipócrita camina,
en dulce humildad
y el justo se enfurece en los desiertos
donde vagan los leones.
Rintrah ruge y sacude sus fuegos en el aire opresor.
Nubes hambrientas oscilan sobre el abismo.
Puesto que ha empezado un nuevo cielo y transcurrido treinta y
tres años desde su advenimiento, el Eterno Infierno se reanima. Y he
aquí que Swedenborg es el ángel de pie sobre la tumba; sus
escritos, los lienzos plegados.
Ahora sobreviene el dominio de Edom y el retorno de Adán
al Paraíso. -Ved Isaías, XXXIV y XXXV.
Sin contrarios no hay progreso. Atracción y
repulsión, razón y energía, amor y odio son necesarios a la
existencia humana.
Brota de esos contrarios lo que las religiones llaman el Bien y
el Mal. El Bien es el elemento pasivo sumiso a la razón. El Mal es el
activo que brota de la energía.
Bien es Cielo, Mal es Infierno.