El término "restance" ofrece algunos
problemas añadidos. Dicho término podría traducirse por "permanencia" si no
fuese porque se utiliza precisamente para evitar dicha palabra, asociada
históricamente a "sustancia", "esencia", hypokeimenon, etcétera. También
es problemática la palabra relacionada, de la cual se deriva aquella,
"rester". La traducción más "natural" podría parecer verterla en
"restar", pero dicha palabra española, si bien señala que se trata de un
"residuo", apenas recuerda el sentido primordial que tiene en francés: "quedar,
quedarse". Por otra parte, si traducimos "rester" por "quedar" nos
enfrentamos a la dificultad de tener que traducir "reste" por algo así
como "lo que queda" y "restance" por "quedancia". Además, se perdería la
sutil referencia de "restance" a "resistance" (resistencia). En
vista de todo esto, hemos desistido de hacer una traducción unitaria, utilizando
en la mayoría de los casos el neologismo "restancia" para verter el también
neologismo "restance", "resto" para "reste" y, en general,
"quedar" para "rester". De todos modos en caso de excepción lo
señalaremos convenientemente (mediante cursivas o notas a pie de
página).
Ahora bien, sin duda la palabra más controvertida
a la hora de traducir es la ya famosa "différance". Dicha expresión está
construida a partir del participio presente del verbo francés "différer": "différant". Con ello se
pretende:
1) Dar cuenta de que algo es diferente de
algo (être différent). Éste sería su sentido "pasivo", "estático",
"espacial".
2) Dar cuenta de que algo está difiriendo
(produciendo diferencia: en el sentido de separar, discriminar algo de
algo, así como en el de pólemos). También en el sentido de "dejar para
más tarde", "postergar", "retrasar". En este sentido "activo", "dinámico",
"temporal", podríamos decir que algo es difiriente (être
différant).
3) Llamar la atención sobre la escritura. En
francés, no hay diferencia fónica entre "différence" y
"différance". Sólo en un texto escrito podemos distinguir una de
otra.