El objetivo en la traducción es tomar en
consideración estas tres "condiciones" y, si no respetarlas completamente, sí al
menos violentarlas lo menos posible. Además, no sólo hay que dar cuenta de la
palabra différance sino de las palabras conexas. Ya se han propuesto
algunas alternativas, por ejemplo:
a) "Diferancia". Su problema es que no da cuenta
del "movimiento" del diferir (condición 2) ni tampoco respeta el juego fónico
francés (condición 3);
b) "Diferenzia". Si bien solventa espléndidamente
la condición 3, su problema es que no da cuenta de la "dinamicidad" del gerundio
de "diferir" (condición 2);
c) "Diferencia". Su problema es,
igualmente, que no tiene en cuenta la raíz del verbo diferir (condición
2);
d) "Difiriencia". Esta solución es parecida a la
nuestra y su problema reside en la condición 3. Además da más problemas a la
hora de construir términos con la misma raíz, como por ejemplo "difiriencial" a
la hora de traducir "différantiel";
e) "Différance". Su problema es,
obviamente, que tira la toalla al no traducir la palabra. Simplemente la deja en
francés como término técnico.