Introducción
Aspiro, simplemente, a que la lectura ocasional,
intermitente, y sin urgencias de estas páginas, pueda resultar de utilidad a
nuevos comodorenses. Recién llegados, o recién nacidos.
Deseo con firmeza que los mayores de nuestros
convecinos sean condescendientes con el superficial rigor histórico de los
recuerdos y perfiles que se trazan en estas simples viñetas, surgidas más desde
el afecto que de los archivos.
Anhelo, secretamente, que en algunas aulas pueda emular
aquellos clásicos "libros de lecturas" que servían en épocas de educación más
pedestre pero -por suerte- menos científica, para que los pibes aprendiéramos
palabras nuevas, recuerdos sinceros, valores sanos, respeto a los
antecesores.
Confieso, sin retaceos, mis íntimas dudas sobre
originalidad de los sucesos comentados. Pero afirmo con sinceridad la honestidad
de mis subjetivas observaciones sobre hechos y personajes que creo merecen mis
respetos y el de todos.
El hombre común es el héroe de los hechos cotidianos,
ha dicho el poeta.
A todos y cada uno de ellos, que han hecho con su
trabajo silencioso una fértil aldea que ya no está, dedico estos textos que no
son más que el augurio de que las nuevas generaciones sabremos estar a la altura
de su memoria.
Daniel
Alonso