No hay en éstas, ni en aquellas líneas una unidad
temática, un "leit motiv", aunque todas tiendan a unirse por fuerte inspiración,
como resulta de la ejemplar pasión universal de los grandes sefarditas de la
historia, llamados "más españoles que los propios españoles", untándose en las
glorias eternas de España e Israel. Recojo también las expresiones inefables y
sugestivas de esta criolla tierra de gracia, aun-que a veces sean
lamentablemente, de severa desgracia para la general población, resumiendo su
picardía, viveza y encanto mágico tropical, que se expresa en muchos de sus
dichos con agudeza a retener.
Aunque nunca tomé notas, ni me hice de
referencias literarias al verterlas al resistente papel, me lanzo al ruedo para
recuperar y recordarles estos "ejercicios" sobre todo a los hijos y nietos, en
un afán ocurrente que, espero, ellos apreciarán positivamente. Así entre otros
propósitos de mis esfuerzos que es bueno recalcar por posibles dudas al
respecto, están los de precisar socráticamente algunos conceptos, que parecen
confundirse en el mal uso propio lingüístico por ignorancia o negligencia
reiterada, y que son corroborados o rectificados según el caso, por el lenguaje
llano y coloquial.
Al escribir el título de mi colaboración de hoy,
interrogo mi lugar de redacción o de inspiración ocasional, que señalo como el
de Caracas, entre comillas, lo que lo hacen vago y difuminado, para indicar que
son resultado como de un sobrevuelo sin pisar el panorama, aunque sin competir
con las aves mensajeras, sean o no golondrinas, oscuras y volanderas o no, para
abarcar todos los accidentes natura-les de la variada geografía del mundo y mis
patrias, España y Venezuela, que desde mi puesto de observación, a todos nos
ofrecen, día a día, con desiguales aspectos las agencias transmisoras de
noticias.