El príncipe de los elfos
Volvió a hablar:
-Yo soy guerrero, he ejercido con bondad y justicia.
No les he mentido nunca. Pero sobre todo amo a la
princesa.
El Consejo Mayor lanzó nuevamente
un ¡Oh! de asombro.
Su príncipe por fín se había enamorado.
Su príncipe estaba enamorado.
El Consejo Mayor estaba de plácemes.
El diminuto gnomo habló nuevamente:
-Eso no es todo, aún hace falta un secreto. Ese secreto
debe descubrirlo el valiente guerrero en el momento
de lanzar la flecha.
Nuevamente se escuchó un ¡Oh!
El Consejo Mayor estaba preocupado.
No obstante
se convino la fecha, la hora y el lugar
de la caza.