https://www.elaleph.com Vista previa del libro "Las reglas del método sociológico" de Emile Durkheim (página 3) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Miércoles 30 de abril de 2025
  Home   Biblioteca   Editorial      
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  (3)  4  5 
 

¿No existen en el organismo funciones repugnantes cuyo funcionamiento regular es necesario a La salud individual? ¿Acaso no detestamos el sufrimiento? Y, sin embargo, el ser que no lo conociera sería un monstruo. El carácter normal de una cosa y los sentimientos de repugnancia que inspira, hasta pueden llegar a ser solidarios. Si el dolor es un hecho normal, es a condición de no ser amado; si el crimen es normal, es a condición de ser odiado. Nuestro método no tiene, pues, nada de revolucionario. En cierto sentido, es hasta esencialmente conservador, pues considera los hechos sociales como cosa, cuya naturaleza, por flexible, y maleable que sea, no es, sin embargo, modificable a voluntad. ¡Cuánto más peligrosa es la doctrina que no ve en los hechos sociales sino el producto de combinaciones mentales, que un sencillo artificio dialéctico puede en un momento trastornar completamente!

Además, como se está habituado a representarse la vida social como el desarrollo lógico de conceptos ideales, se juzgará, quizá, grosero un método que hace depender la evolución colectiva de condiciones objetivas definidas en el espacio, no siendo tampoco imposible que se nos Tache de materialistas. Sin embargo, podríamos reivindicar más justamente la calificación contraria. Pues ¿acaso no está contenida la esencia del espiritualismo, en la idea de que los fenómenos psíquicos no pueden derivarse inmediatamente de los fenómenos orgánicos? Ahora bien; nuestro método no es, en parte, más que una aplicación de este principio a los hechos sociales. Así como los espiritualistas separan el reino psicológico del biológico, nosotros establecemos también la necesaria separación entre el primero y el social; como ellos, no queremos explicar lo más complejo por lo más simple. Sin embargo, hablando con precisión, no nos conviene exactamente ninguno de los calificativos; el único que aceptamos es el de racionalista, En efecto; nuestro objetivo principal es extender el racionalismo científico a la conducta humana, haciendo ver que considerada en el pasado, es reductible a relaciones de causa y efecto, que una operación no menos racional puede transformar más tarde en reglas de acción para el porvenir. Lo que se llamó nuestro positivismo, es una consecuencia de éste racionalismo. Para comprender y dirigir el curo de los hechos, sólo se puede prescindir de ellos en la medida en que se los considere irracionales. Si son por completo inteligibles, bastan a la ciencia y a la práctica; a la ciencia, porque entonces no existe ningún motivo motivo para buscar fuera de ellos su razón de ser; a la práctica, porque su valor útil es una de estas razones. Creemos, pues, que especialmente en nuestro tiempo de renaciente misticismo, semejante empresa puede y debe ser acogida sin inquietud y hasta con simpatía por todos aquellos que, aunque no estén conformes con todos nuestros puntos de vista, comparten nuestra fe en el porvenir de la razón.

 
Páginas 1  2  (3)  4  5 
 
 
Consiga Las reglas del método sociológico de Emile Durkheim en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
Las reglas del método sociológico de Emile Durkheim   Las reglas del método sociológico
de Emile Durkheim

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2025 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com