?Sí... La señorita Myra Roderich... Después de todo, mi querido
Vidal, es muy posible que su hermano no haya sabido nada.
?Explíquese usted, pues le confieso que no sé en absoluto a qué
puede referirse.
?Pues bien; parece, lo que nada, por otra parte, tiene de
extraño, que la señorita Roderich había sido ya muy solicitada, y especialmente
por un personaje que, dicho sea de paso, no es un cualquiera. Esto es, por lo
menos, lo que me ha contado mí oficial de la Embajada.
?¿Y ese rival?
?Fue despedido por el doctor Roderich.
?Entonces no hay por qué preocuparse por ello; por otra parte,
si Marcos hubiese conocido un rival, me habría hablado de él en sus cartas, y
nada me ha dicho, lo cual parece indicar que la cosa no tienen apenas
importancia.
?En efecto, mi querido Vidal; pero como las pretensiones de ese
personaje a la mano de la señorita Roderich hicieron bastante ruido en Raab,
preferible es que se halle usted informado...
?Indudablemente, y ha hecho usted muy bien en prevenirme, toda
vez que no se trata de simples rumores sin consistencia.
?No, los informes son muy serios...
?Pero el asunto no lo es ?respondí?, y eso es lo principal.