Goyo permaneció en silencio sopesando las palabras de aquel
hombre, intentando encontrar en ellas la respuesta para saber si podía o no
confiar en él.
-Ven, sujeta estas flores mientras yo echo el mantillo
alrededor del tallo -dijo Roge interrumpiendo los pensamientos del chico.
-Señor, ¿usted puede ayudarme entonces? -preguntó Goyo.
-Llámame Roge. Creo que te puedo ayudar, pero el resultado
depende de ti y de tus ganas de superar esto.
-Tengo ganas, señor... Perdón, quiero decir, Roge.
-Muy bien. Mira, ahora no podemos hablar, yo tengo cosas que
hacer y la campana va a sonar.
-¿Si.?
-Ve a buscar a Lika y dile que te entregue el disquete. Allí
encontrarás la primera parte de un programa experimental. Por eso se llama
1.0. Nadie salvo sus creadores puede utilizarlo aún salvo en modo
experimental. ¿Quieres ser nuestro segundo aprendiz? -preguntó Roge.
-¡Claro! -contestó Goyo entusiasmado-. Pero... ¿Quién es el
primer aprendiz?
-Lika. Ella ha sido la primera en probarlo. ¿A que no parece
estar muy maltrecha después de pasar por este proceso? -dijo el jardinero
guiñando el ojo.