La liquidación del
Ghetto
Nadie podía saber qué había pasado con las
alrededor de mil personas que se habían llevado del ghetto chico. Pero el temor
que nos embargaba a todos era "¿Qué va a pasar con el ghetto grande?". "¿Qué van
a hacer con nosotros?". Había rumores de todo tipo. Sabíamos que algo inminente
iba a ocurrir. Por otro lado, habíamos escuchado también que en otras ciudades
sacaban a la gente y las trasladaban hacia no se sabía dónde ni para qué. Ya no
se trataba de la frontera, porque en esos casos alguna que otra noticia llegaba.
Esta vez, después de que se llevaban a la gente en grupos muy numerosos, no
volvíamos a saber nada de ellos. Nada.
También
supimos que unos días antes los SS entraron en el hospital judío y tiraron a
quemarropa hasta liquidar a todos los enfermos que se encontraban ahí. Y lo
mismo habían hecho con el geriátrico.
Nuestras
sospechas de que algo iba a ocurrir con nosotros fueron confirmadas pronto.
Entre el 16 y el 18 de agosto sobrevino la liquidación del ghetto grande.
La noche
anterior un grupo de obreros polacos entró al ghetto y se dirigió hacia la
plaza. Allí comenzaron a instalar luces. La gente observaba esto alarmada,
haciéndose preguntas, las mismas que veníamos haciendo desde que habían
liquidado el ghetto chico, pero con más inquietud aún. ¿Nos reunirán a todos?
¿Nos llevarán a la frontera? ¿Para qué están instalando estas luces? Uno podía
creer cualquier cosa en aquel entonces. Algunos, la mayoría, todavía trataban de
aferrarse a alguna esperanza.