-Hay mucha verdad en lo que dices -dijo sir Thomas-, y nada más
lejos de mi pensamiento que poner un caprichoso impedimento a la realización de
un plan tan magnífico para ambas partes, respectivamente. Lo único que he
querido manifestar es que no debemos comprometemos a la ligera y que, para hacer
de ello algo efectivamente provechoso para ella y honroso para nosotros, debemos
asegurar a la niña o considerarnos obligados a proporcionarle después, cuando
llegue el caso, los medios necesarios para desenvolverse cual corresponde a una
dama, de no presentársele por otro lado la ventajosa proposición que tú esperas
con tanta confianza.
-Te comprendo perfectamente -contestó la señora Norris-; eres
todo generosidad y consideración, y estoy segura de que nunca discreparemos en
este punto. Cuanto está en mi mano, bien lo sabes, estoy siempre dispuesta a
hacerlo en favor de los seres que amo; y aunque jamás pueda sentir por esa
chiquilla ni la centésima parte del cariño que tengo puesto en tus queridos
hijos, ni puedo en modo alguno considerarla tan mía, abominaría de mí misma si
fuese capaz de volverle la espalda. ¿No es, acaso, la hija de una hermana? ¿Y
podría yo soportar que ella pasase necesidades, teniendo un pedazo de pan que
darle? Querido Thomas, a pesar de todos mis defectos poseo un tierno corazón y,
aunque soy pobre, me privaría hasta de lo necesario para vivir, antes que
cometer una acción poco generosa. Así es que, si no te opones, mañana escribiré
a mi pobre hermana haciéndole la proposición; y, en cuanto esté todo convenido,
yo me comprometo a traer la niña a Mansfield. Tú no tendrás que molestarte para
nada. Las molestias que yo me tomo, bien lo sabes, nunca las tengo en cuenta.
Mandaré a Nanny a Londres al efecto, donde podrá alojarse en casa de su primo,
el talabartero, y citaremos a la niña para que se reúna allí con ella.
Fácilmente podrán enviarla desde Portsmouth a la capital, confiándola al cuidado
de alguna persona de confianza que coincida en el mismo viaje. Sin duda habrá
siempre una mujer de algún honrado menestral que deba trasladarse a Londres.