https://www.elaleph.com Vista previa del libro "El terremoto de Chile" de Heindrich von Kleist (página 10) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Miércoles 30 de abril de 2025
  Home   Biblioteca   Editorial      
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  4  5  6  7  8  9  (10)  11  12 
 

Doña Constanza, sacudiendo el brazo de Jerónimo, dijo: "Don Fernando..." Éste respondió con energía, pero tan quedo que ambos apenas pudieron oír: "Callad, doña Elvira. No pestañeéis siquiera y simulad que os da un desmayo, con lo que podremos dejar la iglesia". Pero antes de que doña Constanza hubiese podido llevar a cabo estas prudentes medidas para su salvación una voz interrumpió el sermón al grito de: "Apartaos, gente de Santiago, aquí están los impíos". Como otra voz espantada, que promovió en torno suyo un círculo de horror, preguntase: "¿Dónde?" "Aquí"- respondió un tercero que, dominado por una santa ira, agarró a Josefa por los cabellos, de modo tal que hubiera caído al suelo con el hijo de don Fernando de no haber sido porque éste la sostuvo. "Estáis locos- exclamó el joven, y tomó a Josefa por el brazo". "Soy Fernando Ormez, hijo del comandante de la ciudad, a quien todos conocéis". "¿Don Fernando Ormez?"- gritó, plantándose ante él un zapatero remendón, que había trabajado para Josefa y la conocía por lo menos tanto como a sus diminutos pies. "¿Quién es el padre de esta criatura?"- preguntó con desenfado a la hija de Asterón. Don Fernando palideció al oír la pregunta. Tan pronto echó una mirada a Jerónimo, como encaró a la multitud, por si había alguien que le conociera. Obligada por la horrible situación, Josefa exclamó: "Éste no es mi hijo, maestro Pedrillo, como creéis", y mientras miraba con infinita angustia a don Fernando dijo: "Este joven caballero es don Fernando Ormez, hijo del comandante de la ciudad, al que todos conocéis". El zapatero preguntó: "¿Quién de vosotros, señores, conoce a este joven?". Y varios de los presentes vociferaron: "Quien conozca a Jerónimo Rugera que se adelante". Sucedió que en ese mismo momento el pequeño Juan, asustado por el tumulto, se desprendió del pecho de Josefa y alargó los brazos hacia don Fernando. Una voz exclamó: "Es el padre" y otra dijo: "Es Jerónimo Rugera", y una tercera voz agregó: "Aquí están los sacrílegos. ¡Lapidadlos, lapidadlos!", gritaba toda la cristiandad en el templo de Jesús. Entonces Jerónimo exclamó: "¡Alto, monstruos! Si es a Jerónimo Rugera a quien buscáis, aquí está. Libertad a ese caballero, que es inocente". La turba, enardecida y desconcertada por las declaraciones de Jerónimo, se contuvo: varias manos soltaron a don Fernando, y como en el mismo momento se apresurase un marino de alto rango, y saliendo de entre la multitud, inquiriese: "Don Fernando Ormez, ¿qué os sucede?", éste respondió, ya libre, con verdadera sangre fría, propia de un héroe: "Ya lo veis, don Alonso, son estos desaforados. A estas horas estaría perdido de no haber sido por este honrado hombre que, para calmar a la muchedumbre rabiosa, ha simulado ser Jerónimo Rugera. Hacedme la gracia de guardarles en prisión junto a esta joven dama para su mayor seguridad: y también a este mequetrefe-dijo agarrando al maestro Pedrillo-, que es el que ha provocado todo el alboroto".

 
Páginas 1  2  3  4  5  6  7  8  9  (10)  11  12 
 
 
Consiga El terremoto de Chile de Heindrich von Kleist en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
El terremoto de Chile de Heindrich von Kleist   El terremoto de Chile
de Heindrich von Kleist

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2025 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com