https://www.elaleph.com Vista previa del libro "En el paso del Quindio" de Alexander von Humboldt (página 3) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Miércoles 30 de abril de 2025
  Home   Biblioteca   Editorial      
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  (3)  4 
 

Ahora bien, el paso de la cordillera del Quindio no es la única región de América del Sud donde el hombre viaja sobre la espalda de un semejante. Por ejemplo, toda la provincia de Antioquia está rodeada de montañas, tan difíciles de escalar que aquellos que rehusan confiarse a la destreza de un carguero y no son lo bastante fuertes para cubrir a pie el camino de Santa Fe de Antioquia a Boca de Mare o hacia el río Samaná, no pueden abandonar el lugar. Conocí a un habitante de esta provincia, dotado de un cuerpo extraordinariamente voluminoso. Sólo halló dos metis capaces de llevarlo a cuestas y si cualquiera de sus dos cargueros hubiera muerto durante su estada a orillas del Magdalena, en Mampós o en Honda, le hubiera sido imposible regresar a su patria. Los jóvenes de Chocó, Ibagué y Medellín que se dejan usar como bestias de carga son tan numerosos que a veces se encuentran filas de cincuenta a setenta de ellos. Hace unos años, cuando se proyectó mejorar el camino desde la aldea Nare a Antioquia para el tránsito de mulas, los cargueros hicieron toda clase de objeciones y el gobierno fue demasiado blando para rechazarlas. Además, en las minas mexicanas emplean un elemento humano que no tiene otra ocupación sino llevar a otros hombres sobre su espalda. En esas zonas de clima ecuatorial los blancos son tan indolentes que todo director de mina tiene a su servicio uno o dos indios, a quienes llama sus "caballitos". Todas las mañanas se hacen ensillar y apoyados sobre un pequeño bastón, el cuerpo inclinado hacia adelante, llevan a su amo de una parte a otra de la mina. Los caballitos y los cargueros se distinguen por su destreza y se recomienda a los viajeros usar los servicios de los de pies seguros y paso suave y parejo. Realmente, resulta muy doloroso oír hablar de las cualidades de un hombre, con expresiones empleadas para ponderar las cualidades de los caballos y las mulas.

Quienes se hacen transportar sobre la silla de un carguero, deben permanecer varias horas sentados en la mayor inmovilidad, con el cuerpo inclinado hacia atrás pues el menor movimiento haría tropezar a quien los lleva y una caída en esos lugares es tanto más peligrosa cuanto que el carguero confiado en su pericia elige a menudo las escarpas más abruptas o atraviesa un río de la selva caminando por una angosta y resbaladiza rama de árbol. Sin embargo, los accidentes son muy raros y cuando ocurren son más bien atribuibles a la imprudencia de los viajeros A menudo los asusta un paso en falso de su carguero y se arrojan de sus sillas.

 
Páginas 1  2  (3)  4 
 
 
Consiga En el paso del Quindio de Alexander von Humboldt en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
En el paso del Quindio de Alexander von Humboldt   En el paso del Quindio
de Alexander von Humboldt

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2025 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com