|
|
|
|
A veces, sólo cuando la razón y la sensación coinciden, la imaginación nace
desde adentro y sale hacia afuera. Es ahí cuando me pregunto y trato de
comprender las variables de la vida. Ese inmenso abanico. ¿Qué hubiese sido de
mí si fuera otro, si naciera en otro contexto? ¿Cuánto soy yo desde este cuerpo,
cuánto con mi ambiente familiar y social? ¿A partir de dónde y qué tengo en
cuenta para interpretar y asimilar la información y valores constantes que se
meten en mi cabeza para instalarse y empezar a desarrollar una personalidad?
Y en esta catarsis, en esta búsqueda, caigo en un punto de encuentro: en
vos, mi papá. Charlie Gattiker, el tenista, mi alegría, el que me falta al lado,
al que le tocó esta terrible enfermedad. ¿Cuánto de lo que soy y hago te
tengo que agradecer? ¿En qué fallaste y qué interpreté mal? Muchas preguntas
recorren mi mente y un puñado de respuestas devienen de las sensaciones. A
partir de tu manera de desenvolverte intento vivir el momento, comprometerme lo
más que puedo en cada circunstancia. A veces sí. Otras choco contra el monstruo
del miedo de lo que te tocó y esos fantasmas se hacen gigantes en mi cabeza
hasta representarse de diversas formas. A partir de tu contacto y sensación
con tu gente querida trato de interpretar la sociedad, sus códigos y secretos.
Su parte sana, las relaciones y los valores que divierten hasta sentir felicidad
genuina en una risa sincera y emocionan hasta sentirse completos y orgullosos. A
veces sí. Otras caigo en una especie de fobia social. En una tela
de araña que me atrapa cada vez más y pretende asfixiarme. A partir de tu
filosofía y también de tu manera de vivir la enfermedad tengo sensibilidad hacia
las fuerzas de la naturaleza. Es que me hace brillar los ojos ver tanta
inmensidad y tanta pureza alrededor. Me siento pleno, me hace libre. Siento vida
que me brota en palabras y palabras que me reclaman momentos. A veces sí. Otras
su poder se vuelve incontrolable en mí hasta llegar a esas preguntas sin
respuestas que me sacan energías y que me llevan a rendirme ante tanto. La
paradoja de poder cortarme las mismas alas que me pone para volar. A partir
de tu sonrisa y de tu aura es que me decidí a escribir estas líneas. Este repaso
de lugares, situaciones, de momentos y sensaciones de la vida, que me
marcaron. Del momento de tu garra, tu entrega, del de mis pensares. De algunos
momentos de esta vida que fui construyendo mucho a partir de tu manera de ser y
de lo que nos tocó vivir. Hoy, con veintiocho años, finalmente intento contarte
y desenmarañar un poco las misteriosas entrañas de mi cabeza. Sacar para afuera
a la persona en que me fui convirtiendo durante estos años, tan orgullosa de
tenerte como padre como así también de la manera que canalicé e intento entender
tu vida, la que junto a mi mamá me mostraste. Creo haberla sabido leer con mis
hermanos. La recorro y lo voy a seguir haciendo de esta manera. Con mejores y
peores momentos pero siempre con tu energía presente. Estés o no estés más
físicamente acá. Ya sos mucho más que eso. Sos sonrisa. Sos vida para toda la
vida.
|
|
|
|
Consiga De momentos y sensaciones de Wally Gattiker en esta página.
|
|
|
 |
|