Latinoamérica no ha sido la excepción ante este panorama de evolución
carcelaria, por ejemplo; en México durante la época colonial se establece la
pena privativa de libertad como consecuencia de la implementación del Derecho
Indiano, siglos después, en 1975 bajo las presiones internacionales, México
adopta una serie de reglamentaciones en torno al tratamiento de los reclusos y
refina las nociones de readaptación social que se implementaron en Almoloya de
Juárez, la cual sirvió como cárcel modelo en los años cincuentas y sesentas; en
1984 y años posteriores se ajustaran las Normas mínimas de Readaptación Social
de Sentenciados con una perspectiva sobre la privación de la libertad con fines
de rehabilitación y no sólo de castigo como en años anteriores. Como podemos
observar, la cárcel-castigo quedó en segundo término para abrir paso a la
Cárcel-rehabilitadora como principal sustento del régimen penal mexicano.
El presente libro tiene como objetivo el de abordar desde distintas aristas
la prisión, su función, a los sujetos que la habitan, los programas de
readaptación social existentes y las problemáticas entorno a ellas dentro del
contexto actual en Latinoamérica. Pone de esta manera, bajo la lupa de distintos
especialistas, los aciertos y desaciertos que giran alrededor de las prisiones y
los efectos que en el sujeto ejerce.
El libro se divide en dos capítulos; en el primero se abordan los efectos de
la prisionalización y el estado de las prisiones, en el segundo, se desarrollan
distintas opiniones en torno a la readaptación social y los vicios
carcelarios.
El primero artículo del capitulo primero se titula "El procesos de
socialización y adaptación del sujeto privado de su libertad en el reclusorio
preventivo varonil oriente" Sindy Espinoza y Jessica Quezada desarrollan la
dinámica que el interno experimenta al ingresar al reclusorio, siendo la
socialización y la adaptación dos de los procesos en los cuales centran su
análisis teórico. Por un lado nos explican la importancia de la socialización en
el aprendizaje de las normas carcelarias, y por otro, los procesos de adaptación
que experimenta el interno al ingresar a una "institución total" y toman en
consideración que al momento de ser prisionero, el infractor necesita ajustarse
a un nuevo medio con características distintas a las que acostumbraba
desempeñarse en libertad. De la misma forma desarrollan conceptos como
prisionalización, control social y poder, desde un punto de vista integrador en
donde articulan distintas teorías en torno al encierro, el control y las
relaciones de poder.