Rechazó las reiteradas embestidas
de los dirigentes políticos de su partido, con la frase expresada en muy baja
voz y con los ojos entrecerrados: "seré
fiel a la memoria de mi presidente muerto". Y así, el 12 de octubre de 1916,
merced a su tenacidad y decisión, Hipólito Yrigoyen juró como presidente de la
República, aunque nunca le hizo justicia a su antecesor, como tampoco se lo ha
hecho el pueblo argentino. Victorino merece casi un desagravio
nacional.
Victorino
de la Plaza, nació en la provincia de Salta, en Valle de Lerma, en el pueblo de
Cachi, cerca de la capital, el 2 de noviembre de 1840. Era hijo de José Mariano
Roque y doña Manuela de la Silva.
Se
emplea en una escribanía, mientras cursa los estudios en el Colegio de
Concepción del Uruguay. Roca recuerda que
Victorino le ayudaba en alguna materia que andaba flojo. Se recibió con
las mejores notas.