I. Primeras dudas - 
interrogantes -
puntos no aclarados
Después de haber superado el primer sobresalto provocado por 
los terribles acontecimientos del 11-09, comenzaron a surgir las dudas con 
respecto a la exposición en los grandes medios de comunicación sobre el 
transcurso de los hechos, sus causantes y sus trasfondos. Demasiado manifiestas 
eran las contradicciones o respuestas insatisfactorias en los partes oficiales. 
Muchas preguntas simplemente no fueron respondidas. Uno se pregunta: ¿Por qué? - 
Si Ud. no teme llenarse la cabeza con pensamientos "infieles al emperador", le 
recomendamos proseguir con la lectura.
Comencemos con los interrogantes pendientes que surgieron en 
los primeros días después del desastre: 
Los dos (presuntos) principales autores del atentado, Mohammed 
Atta y Marewan al-Shehhi, habían sido vigilados por el FBI en las últimas 12 
horas antes del atentado, prácticamente en forma continua. (International 
Herald Tribune del 6.10.01 con gran número de fotos; fuente: Federal Bureau 
of Investigation) ¿Por qué no se tomaron medidas de seguridad especiales cuando 
Atta y A. Alomari se embarcaron el 11-09 en el Aeropuerto Internacional de 
Portland? ¿O se trataba solamente de un "vuelo ordinario", que su organización 
les había encomendado? - Nadie admite haber tenido conocimiento sobre el 
peligro en ciernes, aunque muchos de los árabes involucrados el 11-09 ya 
habían estado antes en la mira de los organismos de seguridad. Incluso casi en 
seguida después del atentado se sabe casi todo sobre los "autores" del mismo, su 
pasado, lugar de formación, etc. 
El espectáculo debía 
continuar
A través de la televisión el público mundial es testigo de como 
el Jefe del Estado Mayor Card susurra la novedad del siniestro al oído al 
Presidente, cuando éste se encuentra ante los alumnos negros de la Elementary 
School en Florida. Considerando la gravedad de semejante atentado terrorista, un 
evento hasta entonces nunca vivido en los EEUU, hubiera sido oportuno, para 
brindar esa información, retirar al Presidente del aula, para que él, fuera de 
cámaras, alejado de los niños y sin el público mundial como testigo, pudiera 
reflexionar para decidir los urgentes pasos a seguir. Pero parece que ésta no ha 
sido la intención. Al contrario, el Presidente prosigue ante la clase con el 
cuento de la cabra de una niña pequeña... ¿No es nuestro amado emperador un 
verdadero filántropo, tal como se comporta ante los niños negros? (Hoy nos 
percatamos: Hasta ahora solamente se había representado el primer acto de la 
pieza teatral, el espectáculo debía continuar, ¡no apresurarse, no intervenir 
antes de tiempo!). AP del 12-09-01: "El semblante del Presidente se 
ensombreció levemente, antes de continuar con la lectura en voz alta. 
Aproximadamente media hora más tarde informó a la prensa sobre la 
tragedia"