También, debo reconocer la influencia que ha tenido en la realización del
presente libro el haber leído el trabajo llevado a cabo por una institución
norteamericana denominada "The Innocence Project", cuyo concepto será explicado
en el capítulo respectivo y que es una entidad clínica legal dedicada a
liberar a personas condenadas -muchas de ellas con sentencias condenatorias
firmes y consentidas-, que han agotado la instancia de los recursos respectivos,
mediante la demostración de inocencia de sus representados sobre la base de
pruebas de ADN, las que se practica o realiza con los elementos obrantes en las
causas judiciales.
A título de ejemplo, cabe mencionar que desde el año 1989, dicha entidad ha
logrado la liberación o exoneración de mas de doscientas cinco personas -la
mayoría de las cuales había sido condenada como autores de delitos graves
(homicidios, violaciones, robo a mano armada, etcétera-, incluyendo a cincuenta
y tres que habían sido condenados por homicidio, lo que pone en evidencia
la falibilidad del sistema de justicia norteamericano.
También me ayudó la circunstancia de haber leído sobre la vida de personas
que han transcurrido mucho tiempo encarceladas injustamente, y en cuyas causas
judiciales, la mayoría de las condenas se basaron en pruebas de testimonios que,
a la postre resultaron ilegales, porque mediante pruebas de ADN se demostró que
los presuntos responsables, no había cometido el delito del que se lo acusó y
por el cual se los condenó.
Pese a que los testigos oculares de dichos casos judiciales habían
identificado a los condenados como autores de los respectivos delitos, a
posteriori, y mediante el empleo de evidencia concluyente, se lograría demostrar
que eran inocentes y no habían tenido participación alguna en la comisión de los
delitos de los que fueron acusados.
He de mencionar, entre otros, a la experiencia sufrida por Jeffrey Mark
Deskovic, quien pasó más de dieciséis años detrás de las rejas en la prisión
Estatal de Elmira, por un crimen que no cometió. Deskovic fue condenado como
autor del delito de homicidio y violación en perjuicio de una muchacha que
asistía de nombre Ángela Correa, quien fue asesinada en fecha 15 de noviembre
del año 1989 y que era alumna del mismo colegio del acusado, quien apenas la
conocía.
La exoneración de Deskovic se logró luego de muchos años de lucha y
esfuerzos. Sin embargo, pese a haber sido liberado, aún no logró una adecuada
inserción en la vida cotidiana. Su vida ha sido retratada, y escrita en varios
artículos publicados por el prestigioso diario norteamericano "The New York
Times".*