Posiblemente encontremos allí muchas situaciones en las que los
lectores de este texto se puedan ver identificados, pero nunca hayan tenido
tiempo de darse cuenta de ello. Mi intención es que al final de su lectura, al
menos haya podido hacerles pensar sobre su actuación en momentos puntuales;
haciéndoles de ese modo conscientes de las consecuencias que sus acciones han
podido generar cuando se ha obrado de cierto modo y no de otro distinto.
1.5 Tratando de lograr el compromiso
Cuando hayamos diseccionado a los tres principales actores de
la Función Pública: Administración, funcionarios y directivos, nos centraremos
en el quinto capítulo en lo que posiblemente sea el meollo central de libro: la
consecución del compromiso. A fin de cuentas eso es lo que finalmente buscan
todas las empresas, así que ¿por qué no va a buscar lo mismo el sector
público?
Tal vez sea una aseveración demasiado arriesgada, pero creo que
se puede decir que actualmente en la Administración no existe un alto grado de
compromiso de los trabajadores con la empresa... y viceversa. Por ello, y
siempre analizando situaciones que me ha tocado vivir en mi vida administrativa,
trataré de apuntar las claves que, en mi modesta opinión, pueden acercarnos a
lograr un mayor compromiso de los trabajadores a nuestro cargo.
Sin duda es algo a lo que toda entidad aspira, a que su
personal se sienta identificado con ella y pueda, en un momento concreto, dar un
plus de esfuerzo por elementos intangibles como son la lealtad, la fidelidad o
la solidaridad. Mucho se ha escrito en este sentido para esclarecer como lograr
el compromiso en la empresa privada, pero poco o nada he encontrado sobre el
tema en el sector público. Cuando pienso acerca de ello se me plantean muchas
dudas sobre el por qué de este dato; ¿se asume que es imposible comprometer al
personal que tiene el puesto garantizado?, ¿faltan herramientas en la
administración para conseguirlo? o tal vez sea algo más sencillo, ¿nadie se lo
ha planteado?