Por último se habla de que todo esto sucede "en una esfera
política determinada, con independencia del poder legislativo y del poder
judicial". ¿Esto es realmente así? ¿Cambia la Administración con los gobiernos,
o permanece? ¿Realmente el legislativo como tal no influye en su funcionamiento,
o muchas de sus decisiones acaban condicionando los actos de la Administración?
¿Realmente el poder judicial no interfiere, o se toman muchas decisiones
administrativas pensando en lo que puedan decir los tribunales? En el segundo
capítulo de este libro intentaremos analizar éstas y las anteriores preguntas,
con el fin de tener un mejor conocimiento del medio en el que los directivos de
la Administración van a tener que tomar sus decisiones sobre los recursos
humanos que gestionen.
Pero además nos formularemos otras preguntas colaterales que
puedan surgir para terminar de conocer nuestro ámbito de trabajo, el ente sobre
el que vamos a operar. Serán cuestiones que, si bien no están directamente
relacionadas con la definición de Administración que hemos visto, sí lo están
con el concepto de Administración como entorno de trabajo de los funcionarios
públicos, y que pueden repercutir notablemente en su desarrollo profesional.
Tendremos entonces que hablar acerca de los valores que tiene la función pública
y que transmite a la ciudadanía, o la asimilación de dichos valores por parte
del personal que la integra.
Es precisamente este personal el que va a llamar nuestra
atención a continuación, ya que si es preciso conocer el medio, mucho más lo es
conocer a los integrantes de ese medio sobre los que vamos a tomar
decisiones.