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Prólogo
La vejez es una realidad dinámica en constante y rápido cambio donde existen aparentemente ciertas contradicciones: las personas ancianas son cada vez más viejas cronológicamente y más jóvenes culturalmente.
Sin embargo la vejez se contempla –vulgarmente– como una realidad que afecta a una parte de la población y los viejos se configuran como una categoría independiente del resto de la sociedad.
Los estudios demográficos y las proyecciones efectuadas para los próximos años nos hablan de un espectacular aumento de este grupo en el mundo, así tenemos que sobre 214 millones de Adultos Mayores en 1950; en el 2005 la cifra ascendió a más de 1.000 millones, es decir que la proporción aumentó del 8,5% al 13,7% lo que significaría que para el año 2025 una de cada siete personas estará en la categoría de Adulto Mayor.
Debemos tener en cuenta que siendo la expectativa de vida mayor en la actualidad, tenemos la obligación de crear y mejorar las situaciones por las cuales los Adultos Mayores están pasando y promoviendo todo aquello que sea de mayor accesibilidad para este sector.
Los Adultos Mayores son una población con poco ejercicio de actividad económica y un incremento sustancial de horas de ocio y con probabilidades de sufrir diversas situaciones sociales, como el abandono, la soledad, la incomprensión familiar, la falta de inserción social, etc. lo que puede llevar al aumento de consumo de alcohol y drogas tanto lícitas como ilícitas, por lo que es un tema que tomará niveles de gran complejidad en esta nueva era y debe ser abordada con rapidez y conciencia en el futuro.
Entre los Adultos Mayores hallamos un uso frecuente de sustancias psicoactivas, entre las que se encuentran fundamentalmente el alcohol, las sustancias hipnótico-sedantes o ansiolíticas, así como los analgésicos de tipo opiáceo.
Una primera diferenciación entre las personas de tercera edad que presentan abuso y problemas con el alcohol, consiste en considerar por una parte el grupo de sujetos que han presentado este patrón de bebida a lo largo de toda su vida y por otra parte estaría el grupo de sujetos que han empezado a tener problemas con el alcohol e incluso a consumirlo en esta última parte de su vida.
Muchos estudios e incluso los nuestros, nos dan que de los resultados obtenidos el 13,30 % de la población de Adultos Mayores estuvo involucrada en la asistencia a salas de urgencia, donde el 27% de los mismos estuvo unido a algún tipo de violencia, de este ultimo del 3,40 % se relacionó a accidentes de tránsito y 13,40 % consumió alcohol solo o concomitante con otras drogas, valores que relacionados con el grupo inmediato superior de 40 a 59 años nos dan una visión sumamente preocupante a un futuro inmediato.
Futuro en la cual se debe comenzar a replantear políticas nacionales para este grupo de gran vulnerabilidad social, ya que vemos que el abuso de sustancias particularmente el alcohol y los fármacos de uso médico son uno de los problemas de salud pública de mayor crecimiento en la actualidad, siendo evidente el incremento en Adultos Mayores.
El abuso de sustancias, alcohol y problemas específicos de los sedantes, hipnóticos y ansiolíticos en los ancianos, son importantes y por lo tanto la sociedad tiene planteado un reto destacado tanto desde el punto de vista económico como ético para un futuro no lejano.
La adicción nunca debería ser tratada
como un delito. Debe ser abordada
como un problema de salud.
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Alcohol y drogas: La sociedad ignora y el adulto mayor sufre. Un abordaje comunicacional-sanitarista
de Rubén Armando Castro Toschi
ediciones elaleph.com
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