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-¡Pero, esto no puede ser posible!. Fue la respuesta del asombrado ingeniero francés.

-Es lógico que le parezca imposible, pero no lo es, -respondió su interlocutor y agregó: Tranquilícese y tomemos el café que se enfría. Mientras lo hacían, Gellian, -preguntó.

Dígame Daniel. ¿No le parece extraño que durante toda su vida no haya contraído ninguna enfermedad? ¿Ni siquiera una infección por alguna herida, o un molesto resfrío?

-Eso es verdad, tal es así que aún recuerdo cuando niño, como insistía el médico de mi familia; para revisarme interesado en descubrir por que nunca enfermaba y mis accidentales heridas infantiles cicatrizaban en menos de veinticuatro horas. Recuerdo las recriminaciones de mi madre, por mis escapadas para impedirlo, -concluyó Dany, con cierta nostalgia en su sonrisa.

-Esa visiones que usted tuvo de niño y que luego fueron desapareciendo, eran controles de prueba que le hacían los científicos de la Federación.

El hecho de que luego hayan desaparecido, no significa que usted perdiera su capacidad telepática; ellos mismos, se la fueron adormeciendo; para que se desarrollen a pleno, hasta el momento en que fuera necesario ponerlo a usted en acción. Por otro lado, la Federación considera, que la visión que tiene del mundo, un niño o un adolescente nunca puede ser con el criterio y la objetividad que tendría un adulto.

Pocas veces se ha activado a un telépata durmiente, antes de los veinticinco años, -continuó Gellian, Aunque en casos extremos, hubo que hacerlo con durmientes de hasta veinte años de edad.

Si bien no enfermamos, eso no implica ser inmortales; podemos sufrir una muerte violenta, accidental, o por asesinato y al final por vejez, aunque algo lejana.

Cuando algo de eso le ocurre a un Guardián, así nos llaman; en ese caso queda una zona del mundo sin observadores y se debe recurrir al durmiente más desarrollado que viva por esa región y hay casos en que estos son muy jóvenes.

Usted tiene treinta años, y está en la plenitud de su desarrollo, ahora empezará a tener nuevamente los sueños que tuvo en su juventud. Ellos comenzarán a leer en su mente, todo lo importante registrado en ella.

 
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La gran revelación de Alberto Cam   La gran revelación
de Alberto Cam

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