"La contestación no se hizo
esperar, en las pantallas de la gran sala de mando de la GARUDA, apareció la
imagen del primer Secretario del ministerio, quien solicitó al almirante,
convoque a los Directores del departamento Bío-Científico de la nave, en
especial a los especialistas en Genética.
"Cuando el plantel de los convocados se hizo presente, el
Secretario, dirigiéndose al Director General dijo: -"Doctor, se nos presenta en
este caso, la primera oportunidad para llevar a la práctica el nuevo sistema de
autovigilancia sobre grupos humanos de civilizaciones incipientes, que tan buen
resultado ha dado en las pruebas experimentales que usted ya conoce; haga
introducir en los Ordenadores de la nave, la mayor cantidad de datos a obtener.
Nivel de desarrollo físico y mental, grado de agresividad, facilidad
lingüística, sensibilidad, emotividad, etc. Bueno discúlpeme, -se interrumpió el
Secretario- me dejé llevar por el entusiasmo, se que usted ya conoce toda la
teoría del nuevo proyecto; pero ya que no tengo la satisfacción de estar
presente para la puesta en práctica de este nuevo sistema; permítame que
continúe.
"El Director General, interpretándole, con una sonrisa dijo: -
Adelante señor, no todos los técnicos de mi plantel están muy interiorizados del
nuevo proyecto.
"El funcionario, quien fuera uno de los promotores del nuevo
experimento, agradeció y continuó.
"Vuestros ordenadores les tendrán que calcular los años
planetarios, que deberán transcurrir para la aparición del uso de los metales,
del uso de mezclas químicas con las que puedan lograr combustiones explosivas y
así sucesivamente hasta que lleguen al uso de la energía nuclear.
"Cuando tengan todos los datos, y los Ordenadores les entreguen
las gráficas evolutivas de esta nueva raza, procederán a la modificación del ADN
de algunos ejemplares para lograr el desarrollo mental-telepático; como usted ya
sabe, una vez iniciado el proceso, este continuará en una progresión matemática,
así que les recomiendo tener mucho cuidado, la mínima cantidad necesaria de
ejemplares modificados, de tal modo que entre los diez y quince mil años
tengamos no más de cien telépatas humanos, los que sin saberlo, nos tendrán
permanentemente informados sobre el desarrollo de la nueva civilización naciente
en el planeta azul.
"A los primeros elementos telépatas que surjan, instrúyanlos para
que no se asusten por tener esa rara cualidad; pero que la oculten muy bien a
sus congéneres; ellos mismos deberán instruir a sus descendientes, observar y
prestar atención a todo lo que ocurra en sus pueblos o regiones. Lo más seguro
es que pasarán a ser los Sumos-Sacerdotes de futuras religiones.