https://www.elaleph.com Vista previa del libro "La gran revelación" de Alberto Cam (página 2) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Jueves 01 de mayo de 2025
  Home   Biblioteca   Editorial      
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  (2)  3  4  5  6  7  8  9  10  11  12  13  14  15  16  17  18  19  20  21  22 
 

-Buenas noche señor Marceau, que gustazo volver a verle.

El español que le saludaba se acercó sonriente extendiéndole la mano, que Dany estrechó respondiéndole el saludo.

Luego de algunas palabras del momento, el anfitrión preguntó. -"¿Qué le podemos servir?".

-Algo liviano pues debo continuar mi viaje. -contestó él. vi

-Me parece muy bien, eso denota prudencia, aprobó el hispano y se retiró para traer el servicio.

Cuando hubo comido, Dany pidió un café.

-¿Viaja solo? -Preguntó el hombre cuando trajo el café. Ante la confirmación del joven, -agregó: -Le hago la pregunta por lo siguiente: ¿Ve a ese señor, sentado en la mesita contra el ventanal? -Dany le dirigió una mirada y asintió con la cabeza.- Se trata de un profesor que está dando unas conferencias sobre el uso de unos nuevos productos químicos destinados al agro. Creo que es francés. Tuvo la mala suerte de que se le rompiera, no sé que pieza del su auto y como este es importado, para poder repararlo se la tienen que enviar desde Córdoba. Por lo que he hablado con él, le digo que es un hombre de muy amena conversación y aparentemente muy culto. ¿Usted aceptaría llevarlo como acompañante? El hombre tiene suma urgencia de estar mañana en Córdoba y para colmo, recién a las seis y media, pasa el primer ómnibus.

Dany lo pensó un segundo y consintió en llevarlo.

-John Gellian, mucho gusto -dijo el hombre ofreciendo su mano cuando se aproximó a la mesa.

-Encantado, Daniel Marceau, -respondió Dany.

El desconocido era un hombre más alto de lo que aparentaba sentado, Su estatura orillaba el metro ochenta, de buena contextura y un porte casi aristocrático.

Ya nuevamente en la ruta, llevaban cerca de una hora de viaje, a Dany le pareció que el español no se había equivocado, su circunstancial acompañante era una persona de conocimientos amplios y conversación amena.

 
Páginas 1  (2)  3  4  5  6  7  8  9  10  11  12  13  14  15  16  17  18  19  20  21  22 
 
 
Consiga La gran revelación de Alberto Cam en esta página.

 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
La gran revelación de Alberto Cam   La gran revelación
de Alberto Cam

ediciones Deauno Documenta

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.

 



 
(c) Copyright 1999-2025 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com