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-Concuerdo con usted, comentó Gellian que había despertado. Ese es uno de los motivos que a Ellos los tiene preocupados; no solamente con rayos térmicos o bombas atómicas se puede destruir un planeta; la contaminación de la atmósfera, de los mares, de las tierras cultivables, la deforestación indiscriminada de los bosques y tantas cosas más que van de contramano con una buena política ecológica mundial.

-¿Ellos, desde su posición no pueden hacer nada?

-Aparentemente no, en este caso no se trata de un grupo de gobernantes que quieren guerrear, evitarlo sería muy fácil; pero en esto, habría que cambiar la mentalidad de casi toda la población de la Tierra; algo casi imposible, solamente se podría lograr algo, a través de la educación y varias generaciones.

En este asunto, posiblemente nuestro grupo pueda intervenir en forma más directa; en pocos días tendremos una reunión de "coordinadores" y lo que allí se resuelva, será comunicado a todos los demás miembros del grupo de guardias.

La sangre de los jóvenes es muy ardiente, si intervienen en la reunión es muy posible que dejándose llevar por el ímpetu de su misma juventud, quieran "Tomar el toro por las astas", y podría resultar peligroso para el mismo grupo y dar comienzo a una "Caza de brujas".

Momentos más tarde, con la intención de poder dormir, Daniel se colocó los auriculares, para escuchar un poco de música, desconectado de todo lo que su mente había asimilado en las últimas veinticuatro horas; al poco tiempo, estaba profundamente dormido a pesar de ser un devoto de la música clásica.

Eran las seis y treinta, cuando se encendieron todas las luces de la cabina, el desayuno se serviría a las 7 a.m, ya se escuchaba el movimiento previo en la zona de los servicios de cocina.

Se estaban formando las "colas" de espera en las puertas de los lavabos.

Gellian despertó cuando por el extremo de la cabina, las azafatas, ya sirviendo el desayuno.

-Buen día, -le dijo Daniel.

Gellian se despejó al instante y mirando su reloj, -comentó:

-Si estamos en horario, para las ocho, estaremos sobrevolando la periferia de París. ¿Usted, se trasladará directamente a su apartamento? -preguntó.

 
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La gran revelación de Alberto Cam   La gran revelación
de Alberto Cam

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