Eran Ellos que, venían a verificar lo de la explosiones atómicas
de Hiroshima y Nagasaki.
Yo podría contestarle una por una, todas las preguntas que bullen
en su mente, pero nosotros tenemos inculcado el rechazo a mirar dentro de las
mentes de nuestros similares.
Mi obligación es ser su mentor, hasta que no exista en usted
ninguna duda o inquietud.
Cuando nosotros superamos los sesenta años, ya se nos designa
algún durmiente para ayudarle e instruirlo.
No somos eternos, si bien nuestro promedio de vida supera en un
cincuenta por ciento al promedio de nuestros hermanos no telépatas, llega el día
en que debemos ser reemplazados por elementos más jóvenes, -concluyó el médico
belga.
Luego, como para cambiar de tema, llamó al
mesero y tras pagar, dijo: -¿Que le parece si continuamos nuestro viaje?.
Usted tiene programado volar desde Córdoba a Aeroparque y luego
desde Ezeiza a París. ¿No es así?.Preguntó Gellian.
-Casi le pregunto. ¿Como lo supo? -replicó Dany esbozando una
sonrisa. Gellian, también sonriendo, -respondió:
-Me va a tener como compañero de viaje hasta París; mire si
tendremos tiempo para hablar y aclarar algunos puntos oscuros.
Ya en la ciudad de Córdoba, Dany entró a las oficinas del
representante de la empresa francesa que lo mandó a este país y luego de media
hora de aclaraciones sobre algunos puntos de su trabajo; en el mismo coche en
que viajaron, fue llevado junto con su acompañante, hasta el aeropuerto de
Córdoba, el vuelo salía a las catorce.
Sentados en la sala de embarque. Dany, con el fin de despejar su
mente de tan impactantes revelaciones, preguntó.
-¿De donde es usted?.
-Soy belga, nacido en Amberes.