Al terminar de lavar los platos, Sofía, se acerco a sentarse en
el sillón conmigo.
-Oh, guau, huele muy bien. ¿De dónde lo sacaste? -me
preguntó.
-Se lo compré a unos amigos que surfean. Creo que lo plantan en
las montañas. ¿Querés fumar?
-Bueno.
Tomó el cigarrillo entre sus delicados dedos, le dio una pitada
profunda y, enseguida dijo:
-¿Cuántos años hace que fumas?
-Unos diez años; empecé a fumar cuando terminé la escuela
secundaría, con unos amigos que jugaban conmigo al rugby y, para ese entonces,
yo tenía dieciocho años. ¿Vos, cuándo fumaste por primera vez?
-Cuando tenía diecisiete años con un amigo novio, que tenía en
ese momento; pero fumo sólo en ocasiones especiales. A mí me gusta fumar, cuando
me pongo a trabajar en mis cosas, en fin...
-¿Probaste algo más?
-Bueno sí, probé cocaína en una fiesta, pero no me gustó,
porque me dejó paralizada, y ésa fue la única vez que lo hice. También fume
hachís, el año pasado, durante el viaje que hice por Europa, con los compañeros
de la escuela de arte.
-¿Cómo estuvo?
-Ese viaje estuvo alucinante. El respeto de la gente y la
cultura de Europa me dejaron marcada.
-¿Cuál lugar te gustó?
-Me encantaron los pueblos del norte de España, frontera con
Francia, entre la cadena de montañas de Los Pirineos. Y, vos. ¿Qué onda probaste
otra cosa, aparte de marihuana?