-En ninguna cosa me hallaréis más a vuestro lado, Sabino
-respondió Juliano.
Y dichas y respondidas muchas cosas en este propósito, porque
Marcelo se excusaba mucho, o, a lo menos, pedía que tomase Juliano su parte y
dijese también; y quedando asentado que a su tiempo, cuando pareciese, o si
pareciese ser menester, Juliano haría su oficio. Marcelo, vuelto a Sabino, dijo
así:
-Pues el papel ha sido el despertador de esta plática, bien
será que él mismo nos sea la guía en ella. Id leyendo, Sabino, en él; y de lo
que en él estuviese y conforme a su orden, así iremos diciendo, si no os parece
otra cosa.
-Antes nos parece lo mismo -respondieron como a una Sabino y
Juliano.
Luego Sabino, poniendo los ojos en el escrito, con clara y
moderada voz leyó así: