Muchos actos son fruto de circunstancias que en algún momento
se presentan y que vistas positivamente se las llama oportunidad (y así lo
hago). Todos hemos tenido alguna vez alguna circunstancia favorable. Algunas de
ellas sin siquiera darnos cuenta, por estar inmersos en nuestro propio enredo
social.
Seguramente debe ser difícil para muchos el intuir o
determinar el momento propicio de acceder a ese beneficio "del darse cuenta',
porque el más sencillo y ya tarde será que también puede, "en algún momento...
haber transcurrido'.
En este relato, los
hechos sucedieron y también son parte de la historia de muchos,
directamente o sin saberlo. Todo está
eslabonado.
Las especiales circunstancias personales me inclinaron a usar
algo de ese tiempo, con las falencias propias que puedo poseer, para no
dilapidarlo.
Pensar, analizar y creer que etapas importantes de la historia
real se deben conocer al detalle para poder analizar luego la forma y procederes
de la gente, o el porqué de sus acciones y actos, debería ser la consecuencia de
la interacción del intelecto y de lo 'meramente' físico. Con una lectura
analítica se podrá determinar que muchos hechos actuales son repetición de
viejas historias y procederes en el mundo; quienes nos dirigen tienen la
obligación de conocerlos, estar preparados y no distorsionar las realidades.
Será en este caso también, posiblemente, el placer íntimo
de haber existido conociendo que se lega algo.
Es por eso que ahora, aunque quizás no sea el tiempo oportuno
para nadie, ni siquiera para mí, deseo dejar expresado aquellos sentimientos y
un análisis escrito de lo que fueron aquellas experiencias de nuestra juventud.
Éstas son importantes en principio y egoístamente en mi
persona, por ser vivencias que no pueden cambiarse ni permitirán modificar la
realidad arteramente, pero reconozco que también pueden parecer irrelevantes
para otros.