Introducción
El
destino de todas las verdades es el de ser "ridiculizadas" antes que se
las conozca.
ALBERT
SCHWEITZER |
Comentarios iniciales
Luego, cuando el tiempo transcurre los recuerdos afloran.
Éstos se presentan pocas veces en las correctas secuencias que aquél impone a
los sucesivos acontecimientos. Las distorsiones no son pocas y muchas
psicológicamente producidas como un medio de defensa. Son aquéllas las que
nublan y empañan el análisis de las realidades contemporáneas.
Se cobijan así, también, aquellas opiniones intencionadas que
por el solo hecho de ser repetitivas y no desmentidas, algunas por ignorancia
real de lo acontecido y otras por falta del espíritu de justicia con que se las
debe presentar, quedan asentadas en el tiempo como
verdaderas.
Me encuentro con una de las tantas oportunidades que
seguramente la vida brinda a cualquier persona en diversas circunstancias
durante su existencia.
Oportunidad fortuita, impuesta por dolencias que me substraen
del común y alocado trajín diabólico en el que nos sumerge la sociedad que
conformamos. Dolencias que por suerte me permiten recordar lo realizado, actuado
y vivido, tratando de evaluarlo y de obtener conclusiones que me brinden alguna
luz sobre la razón del ser y su comportamiento. Para este caso, el de uno mismo,
también para apreciar el contexto que nos rodea.
No es uno lo importante. La evaluación de las acumuladas
experiencias que el resto pueda extractar de lo expresado y tal vez las
conductas vividas serán en definitiva lo que asigne el real valor y significado
para su interpretación.
No son importantes tampoco, los títulos, los puestos o dinero,
sino aquella valoración que le da la sociedad a cada acto significativo que
cualquier individuo realice para el placer, satisfacción o beneficio, por
humilde o circunstancial que sea, para ella. Es lo que realmente da origen al
líder, al dirigente, al padre, al amigo, al hombre especial, al que muchas veces
por imposición del destino fue, estuvo e hizo lo apropiado. Será con seguridad,
lo que perdurará.