Las
vicisitudes de la vida, particulares a cada uno y en donde es la 'suerte' la que
brinda circunstancias no manejables la mayoría de las veces, me impusieron
íntimamente efectuar este racconto y
recorrido parcial de una vida aunada a otras tantas.
Quedaron
íntima e indeleblemente grabados momentos donde se percibe, en ciertos lugares,
la decadencia humana y las conclusiones espirituales que brinda una aparente
"pintura" como la de Berlín.
Muchas
expresiones y hechos se pondrán en duda. Algunas tal vez se querrán minimizar o
desmentir, pero aún con algún lamento -y por suerte tal vez- son la realidad,
por lo menos la que así viví, sentí y conocí. Fue aquella que nos brindó la
base fundamental para una especial formación y
para ver la vida y enfrentarla con valor y con
valores, antes que las interacciones sociales alcanzaran a mellarlos e
intentaran modificarlos.
Desconociendo las realidades es simple teorizar, pero
difícil llegar a un puerto seguro.
Puede ser
tal vez que conociendo lo reservado que es el ambiente naval para los hechos
transcendentes (externos e internos en especial) y lo sencillo que es para otros
aquello dicho de "teorizar", es que intento modestamente dar luz sobre el
conocimiento de una forma de vida y acción de hombres, poco
conocida o vivida novelescamente...