Prólogo
personal
Del
Autor a sus Lectores
Como impulsado
por un deber moral hacia aquellos que opinaron y me "instigaron" a difundir de
una forma más amplia y general lo que había sido sólo para unos muy pocos la
extremadamente limitada y especial edición primaria del año 1997, reafirmo
entonces las líneas impresas en esa oportunidad:
He sentido una íntima e imperiosa necesidad de dejar
asentadas experiencias relevantes que he vivido. Esta es sólo una parte.
No es
relevante la persona, sino aquellas 'experiencias'. Será la interpretación, las
conclusiones o el 'peso' que cada individuo brinde a lo leído y lo que pueda
obtener o sintetizar de cada uno de estos comentarios.
Algunas
crónicas podrán parecer repetitivas y tediosas pero quizás sea menester, ya que
no son iguales los sentimientos que se despiertan en cada uno recordando lo
actuado que aquellos otros, que sólo con una imaginación consustantivada en la
lectura la puedan originar.
Es este
relato, documental y verídico, quizás -repito- demasiado detallado por momentos
y por circunstancias engendradas en la rutina de la propia navegación, se me han
reanimado recuerdos que brotaron del subconsciente, ahogándome en ocasiones en
incomprensibles emociones al comparar tiempos tan distantes con los
actuales.
Graves
conflictos emocionales he tenido durante el período de escritura para evitar
modificar la realidad de los hechos pretéritos y no mezclarlos o distorsionarlos
con los conocimientos y experiencias que
sólo brindan los años y en especial cuando a estos, además, se le sigue
incorporando la bien pulida y filtrada realidad.