CAPÍTULO I
BARCELONA 19 DE FEBRERO DEL 2008
Sergio Sandoval se transformaba sustancialmente cuando
se subía al estrado a ejercer como docente; su ingenuidad y las dudas con las
que se movía en su vida privada eran sustituidas, casi milagrosamente, por una
total contundencia y una gran seguridad que le convertían en uno de los
enseñantes más estimados por los alumnos de la
facultad.
El profesor, como cada martes por la mañana, impartía
clase de historia contemporánea en el tercer curso; era la última hora de la
mañana y el cansancio acumulado hacía mella en sus alumnos que no prestaban
excesivas atenciones a sus explicaciones sobre el neoliberalismo.
La noticia de la renuncia de Fidel Castro a continuar
ejerciendo el poder en Cuba, que saltaba a los teletipos durante la pasada
madrugada, le sugirió al profesor, fuera del programa, como recurso pedagógico y
tras acabar la lección prevista, una reflexión sobre la nación caribeña e
intentar, así, captar el interés de sus
alumnos.