-Con usted, el asunto varía; usted es mariscal de la
nobleza. Con que le pongan a la mesa carne de vaca, basta; no tiene necesidad
alguna de enterarse de dónde proviene. Sólo le importa que sea
comestible, y nada más. Pero yo soy el gobernador, yo debo saberlo todo.
Cuando menos lo piense, me preguntarán: "¿En qué
estado se encuentra la horticultura en su provincia?". -Sí, en los
actuales tiempos, todo se puede esperar...
-Hoy día, padrecito, hay que tener en cuenta cada kopek,
todo aquello de que se pueda sacar algo, ¿y dónde encontrarlo?,
¿no sería provechoso establecer algún nuevo impuesto? Ya ve
lo que es la vida de nuestros días. Bueno, y además tiene uno que
andarse con tiento, por lo que pueda ocurrir, para que no haya luego quebraderos
de cabeza y no digan que la cosa deja mucho que desear.
-Desde luego; por cierto que en nuestra provincia la col...
-Eso, eso, "la col". Pues yo me he enterado de ello
hace poco. El otro día me sirvieron un repollo; yo creía que era
de Argelia, pero resulta que es de Pozdéievka.
-Sí, de Pozdéievka, es verdad; allí se
cultivan la zanahoria, el nabo y toda clase de hortalizas. Siempre nos pasa lo
mismo. Vamos a esos Ems y Marienbads a tomar las aguas, cuando en nuestra
provincia, en Pozdéievka, tenemos aguas nuestras, y mejores aún,
pues las de Marienbad descomponen el vientre.