Y en efecto, sembró el liberal en la tierra algo como 
mínimo, se sentó y esperó. Estuvo espera que te espera, 
pero aquel "algo como mínimo" no creció, y 
sanseacabó. ¿Había caído en terreno pedregoso o se 
había podrido en el estiércol? ¡Vaya usted a saber!
-¿Cuál es la razón de esto? -barbotaba el 
liberal con inmenso asombro.
-La razón de esto es que abarcas demasiado -le 
respondían las personas expertas-. Mientras que nuestra gente es 
débil y muy canalla. Tú buscas su bien, y ella se esfuerza en 
ahogarte en un vaso de agua. ¡Mucha habilidad hay que tener para 
mantenerse honrado entre esta gente!
-Perdonen ustedes, pero, ¿a qué hablar ahora de 
honradez? Grandes eran las reservas con que emprendí mi senda, y he 
acabado por dejármelas todas en el camino. Primero, actuaba "en lo 
posible"; luego pasé a "algo como mínimo". 
¿Acaso puede uno deslizarse más por la pendiente?
-Claro que puede. ¿No querrías, por ejemplo, 
admitir "la adaptación a la vileza"?
-¿Cómo?
-Muy sencillo. Tú dices que nos traes unos ideales, y 
nosotros te respondemos: magnífico; pero si quieres que los compartamos, 
actúa con espíritu de adaptación.