sino también de los visitantes de Estados Unidos. A grandes
rasgos, su propuesta es incorporar el ecoturismo a las políticas nacionales y
locales, lo que reduciría la presión ambiental y urbana sobre algunos polos
turísticos mexicanos.
Algunos de los elementos subyacentes en los argumentos
anteriores cobran fuerza en el Capítulo 4 "Diagnóstico de la competitividad del
sector turístico en México", donde Reyna María Ibáñez Pérez, de la UABCS,
e Ignacio Flores, de la Secretaría de Educación Pública (SEP), ponen de realce
la necesidad de alentar la competitividad entre los distintos sectores, aún
entre aquellos que han alcanzado el liderazgo gracias a su producción
satisfactoria de bienes y servicios, a pesar de que, en algunos casos, éstos no
son de calidad.
Para el caso mexicano, esta propuesta es de especial
importancia, ya que, según establecen los académicos, el desarrollo económico y
social de México depende en gran medida del turismo. Aún así, su diagnóstico
revela una serie de elementos que en su conjunto obran en contra de la tan
ansiada competitividad en los servicios. Para atenderlos plantean una serie de
propuestas en materia de educación, capacitación, certificación, gestión,
difusión, investigación y evaluación en la calidad de servicios, entre
otras.
Algunos de estos aspectos se encuentran estrechamente
relacionados con el "Financiamiento y competitividad de las PYME´s turísticas:
eje central de la política turística en México", correspondiente al Capítulo 5 a
cargo de Susana Aguilar, Reyna Ibáñez y Manuel Ángeles, de la UABCS, quienes
resaltan como uno de los principales retos de las pequeñas y medianas Empresas
Turísticas mantener su compromiso con la calidad de sus productos y servicios,
para garantizar su permanencia en el mercado.
Las ventajas son: generación de empleos, asimilación y
adaptación de tecnología, apoyo al desarrollo regional, capacidad de producción
y venta de servicios a precios muy competitivos, entre otras,