Lo avizoro erudito y no puedo dejar de pensar que este admirable
hombre joven dejará profundas huellas, de aquí en más, en el apasionante oficio
de amontonar palabras.
Me privilegia el que me haya pedido que escriba algunas
palabras a manera de Exordio, y pese a que honos abet onus, aquí están, tal como las
siento, más que como las pienso. Porque el escribir es -al menos para mi humilde
manera de ver las cosas-, más de tripas, que de cabeza.
Luis Videla
Buenos Aires, Julio de 2007