Prólogo
El suburbio, concepto que aparece a fines de la época medieval, es el ámbito
que rodea el antiguo castillo del señor, y que a partir de la expansión de la
propiedad, la relativa paz y el resurgimiento económico; albergará a los
individuos, que perteneciendo al feudo, no consiguieron espacio físico en el
interior de la fortaleza. Mercaderes y artistas, nutrieron también estos
suburbios.
Habitar en los suburbios, significó una experiencia psicológica nueva. Una
situación de inseguridad, desprotección y diferenciación con respecto a los que
residían en el interior de los muros. De este nuevo estilo de vida, surgió
también un tipo humano nuevo. Opuesto, en muchos sentidos, al individuo que
residía en la ciudad fortaleza, en el centro, como se dirá después. Cuando la
ciudad se abra al que reside en los límites, se notarán las diferencias. Como el
centro necesita del que habita en la periferia, creará una imagen de aceptación
universal que no se realizará nunca en los hechos. Sólo en lo superficial, nunca
en la profundidad de las cosas. Esto se evidencia en la falta de solidaridad y
en la injusticia. Casualmente, los indiferentes a lo marginal, también lo fueron
y lo son, indiferentes a la naturaleza. Su finitud y agotamiento.
Los que por diversas razones, arriban tardíamente a las urbes, deslumbrados
por sus promesas, se encuentran con la realidad de los suburbios. Allí, las
ilusiones se desvanecen y deben ser reconstruidas, adaptadas, con otros
parámetros y voluntades. "Suburbial", es la experiencia poética de una idea, de
una ilusión desilusionada y vuelta a construir. Es la necesidad de expresar lo
injusto de lo suburbial, no del suburbio mismo. Ámbito donde, sin embargo,
sobreviven valores como la solidaridad, difíciles de hallar en las grandes
ciudades.
Es la región anímica desde donde se ve, se huele y se siente la fascinación
por el centro de la urbe.
El autor