El Hipermacho no está solo. Este, al igual que los antiguos y olvidados
dioses paganos, también tiene una amante y aliada, un par femenino, y
ésta aliada es la nueva Mujer moderna, trabajadora, profesional e
independiente, que lo acompaña y lo imita en casi todo, y se esfuerza día a día
para ayudarle a alcanzar su gran meta, y, con ello, aproximarlo cada vez más a
su inevitable y mundial extinción.
El Hipermacho es un libro que aborda temas de actualidad, como lo son los
problemas de la familia moderna y la falta de credibilidad en las instituciones
políticas y religiosas, pero enfocado desde una perspectiva diferente que lo
distingue del resto de las otras críticas difundidas en la mayoría de los
medios. La falta de juicios de valor, tan comunes en los ensayos que abordan
estos temas, y el carácter apolítico del enfoque, lo hacen una obra accesible a
todo tipo de lectores sin importar su religión o ideología política. Escrito en
un lenguaje claro y directo, el autor recurre a un viejo estilo literario, ya
usado por Platón en otros tiempos: el Diálogo, donde el autor interpreta
a varios personajes, creando así una especie de novela. Uno de ellos es un viejo
y excéntrico escritor (Víctor Luna) que recibe la visita de un joven periodista
interesado en conocer a más fondo su filosofía (Ariel González). Este le realiza
una entrevista en su casa, y a poco de empezar el diálogo, se entreteje entre
ambos un apasionante discusión, donde juntos, escritor y periodista, buscan
descubrir dónde está "la verdad" en esos problemas que aquejan tanto al hombre
de hoy. Como el autor mismo nos dice: éste ensayo debe ser comprendido como un
todo, sin intentar encontrar en "cada frase" una verdad absoluta, como si
fuera una Biblia. Entender el mensaje, a veces oscuro, es la ardua labor del
lector.
Todo ensayo se empieza a leer realmente cuando se terminó de leer su
última página. Y es seguro que después de haberse leído la última página de éste
original y provocativo ensayo, nadie más va a poder quedar afuera de ésta
fundamental y controvertida polémica.
El Editor