Temen a un escenario fragmentado
por la crisis que golpea al sistema capitalista, les preocupa una diáspora y
algunos se encapsulen en proteccionismo defensivo; Existe la angustia sobre
China, Japón y el riesgo de que hagan efectivo los bonos del tesoro de deuda
norteamericana, o tal vez que algunos países nacionalicen recursos que están
privatizados y el Estado recupere el terreno perdido.
Esta diáspora sería la porosidad
de mayor vulnerabilidad en el actual modelo capitalista industrial global,
porque lo debilitaría cuando requiere de mayor unidad para enfrentar la crisis
mundial y mantener acotado el accionar del Estado. La fragmentación de los
países protagonistas de la globalización depredadora e indolente, acompañada por
la furia y el malestar de miles de millones de segmentos populares que están en
posibilidad de levantarse, ya sea por las rupturas de subjetividades opresoras,
por actos y acciones públicas, por actuaciones reivindicativas, acciones
colectivas que transgreden el orden de lo establecido y/o acción directa para
resarcir el daño que le han ocasionado, colocan en un dilema a la Nueva
Derecha.
Hay preocupación -según el
informe- por lo que pueda suceder en América Latina y en África, donde la baja
de los precios de la commodities combinado con la fuga de capitales hacia
mercados más seguros está produciendo un proceso económico recesivo de difícil
predicción (IAR, 2009), todo es incertidumbre y los dilemas nos abruman, de ahí
que las cavilaciones tienen cabida en este libro.