El reconocimiento otorgado a los profesores universitarios ha sido
insuficiente para promover el desarrollo científico y tecnológico que México
requiere. Los mecanismos de control/regulación establecidos para evaluar y
acreditar la Educación Superior aún son limitados para promover una formación
que impacte significativamente sus propósitos esenciales: la generación y
aplicación de conocimientos que contribuyan al desarrollo económico, político y
social.
Se abordan elementos esenciales que contribuirían a dinamizar el proceso de
formación académica integral de los profesores-investigadores; valores como la
participación, el compromiso y la responsabilidad generados al interactuar en
torno a propósitos comunes; van conformando su identidad, constituyen el eje
invisible e invencible que los integra al desarrollo institucional; fundamentado
teóricamente en las interacciones individuo-grupo que caracterizan las
relaciones sociales. Se plantea un modelo de gestión de la calidad para la
formación académica integral, que vincula los intereses y necesidades
individuales, grupales e institucionales; interrelacionándolos con los procesos:
de formación docente, de consolidación de cuerpos académicos y de
evaluación/acreditación. Concibiendo la labor docente desde una perspectiva
crítica, reflexiva, humanista, promotores de acciones formativas, de procesos
pedagógicos, investigativos, y profesionalizantes; exponentes de la relación
dialéctica que caracteriza el vínculo universidad-sociedad, identificando en el
proceso de su formación las competencias a desarrollar.