Sinopsis: La palabra folklore fue empleada por primera vez en 1846 en Londres para denominar una nueva disciplina científica que daba sus primeros pasos: la que se proponía como objeto de estudio aquellas creencias, costumbres y manifestaciones populares de origen antiguo y muchas veces ignoto que constituyen una suerte de arqueología de las civilizaciones. Medio siglo más tarde, los estudios que lleva a cabo Juan Bautista Ambrosetti constituyen el acta de fundación de esa ciencia en nuestro país. Viajero incansable, "el loco de los cacharros" -como denominaron cariñosamente a Ambrosetti- proyectó y llevó a cabo numerosas expediciones científicas que recorrieron regiones entonces inhóspitas y salvajes sorteando innumerables dificultades y peligros. Un sólido cuerpo de textos publicados en revistas y libros da cuenta de esas travesías; en ellos conviven el científico metódico, el observador curioso y el narrador de anécdotas.
Viaje de un maturrango y otros relatos folklóricos reúne varios de esos escritos, entre los que se incluyen las peripecias de su primer viaje, leyendas como la del hombre-tigre, costumbres, ceremonias y prácticas religiosas, y cuatro relatos publicados originalmente en Caras y Caretas detrás del seudónimo de Fray Tetera.
A través de las páginas de Ambrosetti, de nuestros textos preliminares y notas, confiamos en que se vislumbre una imagen del folklore no siempre conocida y apreciada que va más allá de la afición, muy simpática por cierto, a la danza y al canto nativos; se extiende por sectores acaso insospechados de la cultura y de la civilización; insiste, como un leit motiv, en la comprobación de que las manifestaciones más típicas y lugareñas suelen revelar, ante el análisis, su condición de universalidad, reiterada en los más distantes rincones de la tierra en el curso de siglos. Augusto Raúl Cortazar.
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