Amaro Sendero es un hombre que se siente identificado con los hombres y mujeres sencillos de nuestro pueblo. Así, las manos nudosas del albañil que construyen colosos de cemento; las prolijas manos de Ramona, la sirvienta, que todo lo ordenan y limpian, son cantadas en estos cuentos breves.
Pero demás, sus sueños, sus deseos, sus luchas, sus logros, sus frustaciones, todo esto se vive en apretada síntesis en estas páginas.
Cuentos narrados en lenguaje claro, accesible, en los que el escritor enfoca la vida y situaciones de la gente común que convive a nuestro lado.
Seres auténticos, palpitan los afanes del diario vivir. Son un poco, nosotros mismos.
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