Los cuartos oscuros: Laberinto de recintos herméticos, incomunicados, más allá de los cuales quizá exista algo que dé sentido a nuestra existencia. Tales la metáfora que organiza la sabia estructura de esta novela de Carlos Gorostiza. Valentín, su protagonista, conoce una y otra vez la experiencia de sentirse entrampado en situaciones que aumentan su perplejidad ante el mundo. No abandona, sin embargo, la busca de un significado que le aclare su propio existir. Nueva metáfora: Valentín acaba confiándose con una cámara fotográfica que tal vez logre percibir el sentido que busca: "El secreto es simple: no usar película; las imágenes entran así directamente en la cámara y quedan una sobre otra como en la memoria... Hay un sin fin de imágenes seguramente ya elaboradas esperando también su propia libertad. Ese día será glorioso. "La distancia entre el deseo y la revelación anhelada quizá sea insalvable, pero nunca disminuye la tensión entre ambos. Trágica y a la vez esperanzada imagen de la condición humana en esta novela fascinante.
Carlos Gorostiza, Premio Nacional de Teatro, es el afamado autor de obras teatrales tales como "El puente", "Los prójimos", "El pan de la locura", "A qué jugamos", El lugar".
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Reseña del libro
