Novela llena de crueldad y erotismo. 200 imágenes enervadas en la cabeza del que lee. Los que tomamos contacto con él, ni siquiera estamos promediando el camino entre su futuro probable, el año 3492, y su pasado referencial, 1492, que Lilloy recrea en sus contenidos míticos. Pero, a diferencia de otra novela evocadora del descubrimiento de lo que se dio en llamar el Nuevo Mundo (la citada "Los perros del Paraíso", de Abel Posse), la mitificación de Lilloy deja suspendido el discurso del pasado en un futuro probable. A su vez esta supresión del tiempo es cuestionada por la presencia de personajes que no pueden despojarse de su identidad, como Kolón, Cortés, Pinzón y algunos otros, que llegan desde el futuro y fuerzan una revisión del pasado.
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