En la Raya y otros asomos al abismo, de A. Daniel Fernández, es, sin duda, la continuación, tanto en lo conceptual como en lo artístico, de su magnifico libro anterior, "Los Trajes y otros asomos al abismo", libro que fuera considerado el portador de los mejores cuentos publicados en 1992. Antonio Pagés Larraya lo definió como a una entidad, es decir único y sin influencias ajenas. El libro llega entonces solo y completo en si mismo. Ahora con "En la Raya y otros asomos al abismo", el autor irrumpe de nuevo para sorprendernos. Los catorce cuentos encerrados en esta publicación, dotados de una prosa profundamente conceptual, aun en los menores atisbos, no pierden nunca la aristocracia del estilo y así mismo descubren el horror contenido de cada persona, animal o cosa. Puede decirse que existe aquí una literatura del horror, despojada de concepciones burdas. El horror permanece en secreto, como todo horror germinado día a día en la intimidad de cada criatura, a medida que ésta va viviendo. Hay también una critica a los motivos convencionales que dirigen nuestra vida, como en el monólogo de la suicida cuando, después de haber recibido la bendición, su ataúd va marchando hacia la cripta familiar. Esta sucede en "La repetición". La misma acontece en "Los devoradores de lana" gente ignorante y falta de imaginación que se pliega a cualquier rumor, sin meditar en las tremendas consecuencias que determina el cuento. Una obra maestra es "El pocero", el hombre que desciende al pozo para limpiarlo, siempre acompañado por su botella de ginebra. Significa, sin duda, el descenso al Averno, analizado por el protagonista observador con profundo asco, en espera de que el pocero muera. Y terminemos para decir: "Sonata de cacería", es otro acierto de Fernández por el grave simbolismo que encierra. (Laura del Castillo)
Ir al inicio
|