Solo Jorge Montes es capaz de crear y transmitir un mundo tan mágico y tan real; un mundo en que lo cómico, lo trágico y lo erótico se mezclan en una madeja, enredada y simple como la vida. Novelísticamente se carecía de testimonios sobre estos estratos de la sociedad argentina. Ningún escritor trató ese período, que constituyó la tanguística década de los 40, tomando los sectores que él eligió y, menos aún, intensificando el uso de un idioma tan estrictamente porteño.
Jorge Montes es un mentiroso del estilo y de la invención literaria, porque hace que uno tome por sencillo lo complicado, por fácil lo difícil. Maneja con soltura el lenguaje de la calle, de los "reos" y sale exitoso donde decenas de buenos escritores han fracasado. A través de una humorada, de una nueva estilística, cala hondo en lo más profundo del hombre y de la mujer, y consigue que hombres y mujeres de todo el espectro social se sientan pintados, interpretados, comprendidos. Y todo con una infinita calidez humana, con una inmensa ternura, con un chispeante guiño de inteligencia.
Pedro Miguel Fuentes.
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Reseña del libro
